Principio de extinción de incendios: la combustión requiere tres elementos: materiales combustibles, alta temperatura para alcanzar el punto de ignición y oxígeno. Las mantas contra incendios forman instantáneamente una barrera física cubriendo directamente la fuente de fuego, cortando efectivamente el contacto entre la fuente de fuego y el aire (oxígeno), de modo que la llama pueda extinguirse debido a la asfixia.
Principio de protección: en caso de incendio, el personal puede envolver una manta ignífuga alrededor de sus cuerpos, que es altamente resistente al calor para reflejar la radiación de calor y aislar las altas temperaturas, proporcionando un valioso tiempo de protección para cruzar el fuego o esperar el rescate.
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